Dilemas
y conflictos:
Uno de los más frecuentes dilemas con el que tienen que verse los movimientos ecológicos está relacionado íntimamente con el problema de los países subdesarrollados, y puede resumirse en la famosa frase de Indira Ghandi, primera ministra de la India: "La peor contaminación es el hambre".
En efecto, muchos de estos países, en su lucha contra la pobreza, deben esquilmar recursos naturales o invertir en procesos industriales que causan contaminación. De esa manera, incluyen como prioridad la búsqueda de desarrollo económico antes que los posibles problemas ecológicos que este desarrollo lleve consigo.
En el texto se plantea el dilema moral entre la lucha contra la pobreza, en especial contra el hambre, puesto que la solución es buscar el desarrollo económico, y esto, generaría contaminación y diversos problemas económicos. Indira Ghandi, primera ministra de la India, considera como fundamental y prioritario el derecho de toda persona a un nivel de vida que le asegura, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, entre otros. Sin embargo, el cuidado del entorno también participa del bienestar.
La solución intermedia hubiera sido algo así como buscar medios que ayuden a erradicar la pobreza extrema y el hambre, sin influir negativamente al medio ambiente o, en su defecto, influyéndole lo mínimo posible. La solución sería más lenta, pero no ayudaría a crear problemas de otro tipo.
Para hacer frente a la situación conflictiva planteada, hemos tomado mano de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, especialmente a los artículos 25.1 y 30: http://www.un.org/es/documents/udhr/
La ética es la reflexión de carácter filosófico, basada en el análisis crítico y la razón, sobre la oportunidad y conveniencia de las distintas morales. Por lo tanto, a la hora de la resolución de un conflicto ético debemos hacer una reflexión ética, que consiste en: someter a crítica nuestros propios criterios morales y los de los demás, reflexionar el sentido de la propia vida -hacia dónde nos dirigimos y qué nos proponemos- y buscar las rezones por las que defendemos una idea y no otra.
Ante un conflicto ético personal, entonces, elegiremos lo que más nos conviene y lo que nos hace vivir lo mejor posible, según una jerarquía personal. Y, ante un conflicto social, el que mejor represente el bien para la mayoría.
Dignidad humana:
La dignidad implica disponer de unas condiciones materiales y sociales mínimas que permitan a la persona tener una vida adecuada, pero también debemos considerar que la persona es un fin en sí misma y no un medio para fines propios o ajenos. Se fundamenta en el hecho de ser personas, es decir, es un valor intrínseco, además de ontológico -por su propio ser- e insustituible. La dignidad es independiente de la posición social, origen o filiación de la persona.
Immanuel Kant: "la humanidad misma es dignidad: porque el hombre no puede ser utilizado únicamente como medio por ningún hombre -ni por otros, ni siquiera por sí mismo-, sino siempre a la vez como fin, y en eso consiste precisamente su dignidad en virtud de la cual se eleva sobre todas las cosas". Actualmente, este concepto no se aprecia en algunas situaciones, y es que poner de manifiesto las amenazas a la dignidad, implica tener un concepto claro de la misma, para permitirnos precisamente detectar esas amenazas. De este modo, ante el desconocimiento de la propia dignidad por parte de algunas personas, es como se dan las situaciones de atentado contra las dignidades de algunas de ellas, tan presentes hoy en día.
La dignidad humana otorga un valor absoluto al ser humano. Si la persona humana tiene un valor "en si" y el concepto de dignidad significa también algo "sagrado", dicho valor tendrá también consecuencias en los comportamientos interpersonales: los individuos deberían tratarse con respeto. Karl Larenz: "la indemnidad -no daño ni perjuicio- de la persona del otro en todo lo que afecta a su existencia exterior en el mundo visible -vida, integridad física, salubridad- y en su existencia como persona -libertad, prestigio personal-".
El vídeo https://www.youtube.com/watch?v=rQJuSLtFGIg explica que "los derechos humanos son libertades de los que gozamos todas las personas". No es algo que nos tengamos que ganar, sino que es una característica intrínseca de las personas. Todos nacemos libres e iguales en derecho y dignidad
http://www.youtube.com/watch?v=Zl8W6ddWfM8; cosa que no limita el desarrollo ni la distinción de capacidades, al contrario, nos da la oportunidad a todos de desarrollarnos en cualquier ámbito, para poder destacar después.
La ética como punto de encuentro:
Una situación actual en la que se está tratando la ética como punto de encuentro, es la siguiente: las mujeres musulmanas tienen la obligación de llevar burka, estén donde estén, mientras que las de otras culturas, en territorio musulmán, también tienen la "obligación" de llevarlo -son mal vistas si no lo llevan-. La tolerancia nos lleva a no meternos en lo que ellas decidan -deban- llevar o no, pero interfiere en su dignidad como persona, ya que le imposibilita de ejercer sus derechos a la identidad e individualidad. Se piense lo que se piense, por cuestiones de respeto y dignidad humana, luchar por sus derechos oprimidos está bien -tanto por los suyos como por los nuestros-. Ellas no van a luchar por ellos si los desconocen, si los ven como una amenaza a su cultura, por ser algo diferente a lo que tienen visto. De esta manera, podemos luchar por sus derechos -colaborar con la causa-, al igual que ellas, pero serán -y seremos- libres de hacer lo que creamos conveniente una vez conocidos universalmente éstos. El consenso, situándose en el lugar del otro, estaría en torno a valores como los de respeto, libertad, igualdad y justicia. Supondría una mayor libertad de expresión -tanto para ellas, como para las mujeres de otras culturas que se ven obligadas a llevarlos-, además de un mayor reconocimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.